Hoy nadie duda de la valía y el
talento de Christopher Nolan. Todos le conocen por haber logrado un parteaguas
en las películas de superhéroes y basadas en cómics. Desde que la franquicia de
Batman cayó en sus manos, la dosis de oscuridad que merecía un personaje como
el murciélago fue brindada por este británico que –como muchos otros
realizadores- inició desde pequeño haciendo películas con una cámara super 8.
Tras más de una década filmando
recorramos el camino de Nolan. Doodlebug (cortometraje), posteriormente filma Following
(su ópera prima). De ahí llega Memento (un hombre atrapado en su memoria
buscando venganza por el asesinato de su esposa) y con ella las llaves del
reino (de Hollywood), los elogios del público y la crítica. Realizará Insomnia
sobre un policía con graves problemas éticos y de sueño. La historia posterior
la conocemos todos. Batman Begins, refundando el mito del héroe; la pausa entre
las dos películas del superhéroe para hacer The Prestige, una historia sobre
una despiadada rivalidad entre dos magos (mi favorita de él, por cierto). Llegará
The Dark Night (de esas secuelas superiores a la original); hasta llevarnos a
ese mundo proveniente de las ideas de Borges llamado Inception. Y ahora bien
sabemos filma The Dark Knight Rises, la culminación de la trilogía para Warner
Brothers.
Igualmente, hagamos un repaso
sobre los actores con quienes ha trabajado Nolan: Guy Pierce, Carrie-Ann Moss,
Joe Pantoliano, Stephen Tobolowski, Al Pacino, Robin Williams, Hillary Swank, Christian
Bale, Michael Caine, Morgan Freeman, Rutger Hauer, Gary Oldman, Liam Neeson,
Cyllian Murphy, Tom Wilkinson, Heath Ledger, Maggie Gyllenhaal, Katie Holmes, Hughh
Jackman, Piper Perabo, David Bowie, Leonardo DiCaprio, Ken Watanabe, Ellen
Paige, Marion Cotillard, Anne Hathaway, Scarlett Johansson… en suma, una
constelación de actores y actrices de primera línea, lo cual nos reitera la habilidad
del británico para dirigir intérpretes. Pero esto ya lo sabemos.
Quiero hablar sobre Following, su ópera prima.
Filmada en 16 mm en 1998. Nolan
aún estudiante, la rodo durante los fines de semana que tenía libres en
Inglaterra. Su familia y amigos cercanos participaron tanto delante como detrás
de cámaras. Tuvo un costo de aproximadamente 6,000 dólares. Y aquí un aspecto
valioso de su cine. Desde su primer proyecto Emma Thomas (su esposa) hasta el
más reciente ha fungido como su productora. Su hermano Jonathan, quien tenía un
puesto en el crew en Following, se ha vuelto su guionista de cabecera. Es
decir, el cine para Nolan es un asunto familiar.
Jeremy Theobald, el protagonista
de Following (The young man en créditos) fue a su vez productor, lo que nos
habla de la cercanía con el proyecto y con Nolan. Ya había protagonizado
también el corto Doodlebug e incluso tiene una participación en Batman Begins.
Un contemporáneo film noir
(realizado íntegramente en blanco y negro) donde un aspirante a escritor que
lleva una vida monótona decide seguir gente aleatoriamente so pretexto de
buscar inspiración. Se topará en su
camino con un ladrón (Cobb) que la hará de amigo y mentor. Juntos planearán
golpes que nada tienen de grandes. La vida criminal es un mundo complejo, donde
quizá nada es lo que parece. La aparición de una mujer (The blonde) cambiará el
rumbo de la historia. El escritor se interesará en ella afectivamente, ella se acercará
a él intentando usarlo. Sintiéndose rey y reina de su propio juego, serán en
realidad los peones en el tablero de otros.
Nolan es director, guionista,
productor y editor de esta obra. Tiene como obra independiente sus “detalles”.
Algunos encuadres no son quizá los más adecuados (para eso llegará en sus
siguientes proyectos Wally Pfister como fotógrafo, sociedad que incluso ya ganó
un Oscar). No hay tampoco los grandes escenarios que Nathan Crowley ha montado
en sus obras posteriores, pero dada la trama no los necesitamos. La historia no
tiene tampoco la mano de Jonathan Nolan
ni de David S. Goyer (co-guionistas de sus demás obras). Lo que tenemos es el
punto de partida en la carrera de un hombre con visión y talento. Cine en
estado puro. Los errores y aciertos –todos- serán achacados al director.
La narrativa ya nos muestra la
idea que maquinaba Nolan en su mente y que logra desarrollar a cabalidad en
Memento. Una narrativa no lineal, la deconstrucción del tiempo. Una película
tipo rompecabezas donde el autor exige la total atención del espectador,
interactividad finalmente.
Si Nolan será recordado por las
historias del superhéoe más antihéroe, es porque precisamente (considero) desde
su ópera prima el protagonista tenía poco de heroico, también esos dilemas
morales son parte de los personajes de Guy Pearce en Memento o DiCaprio en
Inception, ni hablar de los magos que interpretan Bale y Jackman.
Y como premonición un detalle. En
la puerta de departamento del caracter de Jeremy Theobald en Following hay una
calcomanía alusiva a un personaje de cómics. ¿Adivinan? Sí, una de Batman.
Christopher Nolan, un británico
que conquistó Hollywood. Como Hitchcock, valga la comparación que hace Michael
Cane (su actor más recurrente). Un creador que brincó del cine independiente al
cine de los grandes estudios sin perder integridad ni libertad creativa. Un
salto que pocos pueden superar. Tan efectivo su salto, que ahora padecemos
hordas de directores que burdamente intentan imitarle.
Si gustan de esta nueva saga del
hombre murciélago, busquen toda la filmografía de Nolan, mientras esperan por la
última entrega el próximo año.
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